Sábado noche, pleno barrio de Neustadt en Dresden (Alemania). Me habla un joven psicólogo alemán,
que al escucharme hablar castellano (para él, español), siente el impulso de
practicar conmigo el idioma que ha estado aprendiendo en España durante unos
meses viviendo allí. Sale de su rostro una sonrisa que muestra una gran
satisfacción de la experiencia vivida, sus palabras son un motivo de sentirme
orgulloso de la sociedad que hemos formado. Nos describe como gente “muy bien
formada”, que tenemos” una sociedad muy avanzada”, somos “un país con muchos
medios”, etc. También me preguntó el porqué de la mala situación económica
española. No supe dar respuesta, ni lo sé
ni me lo han explicado. Solo eché la culpa a los políticos, tiré de tópico.
La concusión sacada fue
que él se pensaba que éramos un país Tercermundista
y que el joven vino totalmente sorprendido de lo europeos que podíamos llegar a ser.
Bien, ¿Qué quiero decir y qué interpretación saqué con la
que está cayendo ahora en España?:
1.- Somos lo que somos hoy no por ciencia infusa ni ayuda divina, si no por becas, ayudas, medios,
nivel del profesorado, etc. Donde cada
hijo de obrero, empresario, autónomo, funcionario, empleado puede llegar a ser
lo que se proponga en la vida (sé que todo no es tan bonito pero se intenta).
Donde cada hijo de estos que he dicho antes, sea el que diseñe industrias, cure
enfermedades, gobierne nuestras ciudades, etc.
2.- Muchos hemos sido beneficiados por este sistema
educativo pero que nuestro logros han caído en saco roto y que para rescatarlos
de allí nos vemos obligados a marchar de casa a emprender nuevas aventuras y conocer nuevos lugares. Y es que lo
digo así porque hay que mirar el lado bueno de las cosas, no solo quedarnos con
la añoranza de lo nuestro y de los nuestros. La vida es un ciclo, me limito a
hacer a lo que se atrevieron mis abuelos, espero poder volver algún día como
hicieron ellos.
3.- Mi deseo es que todo esto fuera temporal y que mi
hermano y sus coetáneos se sintieran libres de poder elegir lo que deseasen
como pude hacer yo.
Hoy me queda solo dar las gracias a la sociedad por darme la
oportunidad de elegir el proyecto de persona que pretendo ser.
Un saludo